Gabriel Boric es el nuevo presidente electo de Chile. El abogado de 35 años será el presidente más joven y más votado de la historia de ese país, luego de haber obtenido el 55.87 % de los votos. Su coalición, Apruebo Dignidad, integra oficialmente al Frente Amplio y a Chile Digno, conformados a su vez por varios movimientos y partidos políticos, entre ellos el Partido Comunista.

Este triunfo histórico reaviva las esperanzas de formar, nuevamente, un amplio movimiento latinoamericano de izquierdas que restituya las políticas sociales y económicas más urgentes para la región. Aunque el cambio de gobierno marca por sí mismo el punto de partida del giro a la izquierda, no es el factor que hará que esto se concrete y permanezca. La clave está en la nueva Constitución.

Boric y compañía forman parte de la generación que se movilizó entre 2011 y 2019 de manera masiva e históricamente influyente. Es decir: en el devenir temporal, su participación fue decisiva para sentar las bases de un cambio histórico y político material, visible hoy no solo en el triunfo electoral, sino antes, en la creación de la Convención Constitucional.        

Los detonantes de estas movilizaciones (aumento del costo de vida, transporte y salud en la sociedad chilena, desigualdad) ya han sido estudiados con cierta profundidad. En general, hay acuerdo en que el modelo económico fracasó (Cuadra, 2020), y que, por otro lado, se desbordó una crisis política (Avendaño, 2019) y de legitimidad, que podría encontrar salida en el cambio constitucional (Mayol, 2020).

El presidente electo tiene un respaldo popular nunca visto, ni siquiera en tiempos de Allende, pero también enfrenta la resistencia de ciertas clases y al sistema económico global que no tardó en replegarse a manera de reacción. Por esto, aunque es crucial mantener la unidad partidista y electoral, defender el proceso constituyente deberá ser prioritario.

Esto le dará al nuevo gobierno la posibilidad de socavar la herencia normativa de la dictadura de Pinochet; le permitirá también reestructurar la conformación del gobierno y, en ambos casos, un conjunto importante de procesos político-legales.

Al día de hoy, son pocos los países que pueden presumir de haber realizado cambios profundos y mejoras significativas en todos los temas de la agenda social, principalmente desde la perspectiva de las izquierdas.

Por ejemplo, en México hay voluntad para atender a los sectores menos favorecidos. No obstante, parece que no hay intención de discutir a detalle una política fiscal orientada a la redistribución justa de la economía. Al día de hoy, la mayoría de las reformas se han dado en temas como seguridad, comunicación y ciencia, y siguen sin debatirse con seriedad, al menos desde la tribuna presidencial, temas como la violencia hacia las mujeres y las desigualdades de género.  

En este sentido, el contexto en el que se fraguó la actual apuesta constituyente en Chile puede marcar un punto de partida. Para Undurraga (2020), el momento constitucional en el que se encuentra el gran país andino le debe mucho a su interés por la paridad de género, tanto en sus aspectos representativos como participativos. Esto no puede desligarse del gran movimiento social que lo antecedió: un proceso pacífico, democrático y totalmente político con pocos casos idénticos en la región.

Para que esto permee en otros países de América Latina quizá será necesario desaprender. El caso chileno puede demostrar que los procesos democráticos institucionales no son contrarios, y mucho menos contradictorios, a los movimientos de protesta. La Constitución chilena puede llegar a ser el gran ejemplo de cómo, un paso más allá de la movilización masiva, la organización colectiva puede llegar a cambiar un régimen.

Referencias

Avendaño, O. (2019). Estallido social en Chile: los dilemas políticos desde octubre de 2019. Política / Revista de Ciencia Política, 57(2), 105-119. https://revistapolitica.uchile.cl/index.php/RP/article/view/61558

Cuadra, A. (2020). Protesta social en Chile, 2019-2020: fracaso de un modelo económico. Textos y contextos, 1(20), 37-50. https://doi.org/10.29166/tyc.v1i20.2094

Mayol, A. (2020). Protestas y disrupción política y social en Chile 2019: crisis de legitimidad del modelo neoliberal y posible salida política por acuerdo del cambio constitucional. International Journal of Latin America Studies, 33(2), 85-98. http://www.ajlas.org/v2006/paper/2020vol33no205.pdf

Undurraga, V. (2020). Engendering a constitutional moment: The quest for parity in the Chilean Constitutional Convention. International Journal of Constitutional Law, 18(2), 466-470. https://doi.org/10.1093/icon/moaa049

[Nota de respaldo, publicada originalmente en diciembre de 2021].